Camino de Invierno a Santiago. 10ª Etapa: Lalin- Silleda

La lentitud consiste en adherirse perfectamente al tiempo, hasta el punto de que los segundos se desgranan, gotean como la lluvia sobre la piedra. Este estiramiento del tiempo profundiza el espacio. Es uno de los secretos de la marcha: un acercamiento lento a los paisajes, que los vuelve progresivamente familiares. Es como cuando se frecuenta a alguien y la amistad va acrecentándose.

Kundera, Milan. La lentitud. Tusquets Editores, 1999

Nuestra décima etapa ha comenzado en Lalín, “capital del cocido”. En ella recorremos los últimos kilómetros del camino de Invierno propiamente dicho ya que al llegar a A Laxe convergeremos con la Vía de la Plata y el Camino Sanabrés. El camino va a discurrir por una zona ganadera como testimonian las ganaderías en extensivo, algunos pazos enormes y la ribera del Río Deza bajo un increíble bosque de robles y castaños. Es una etapa relativamente corta, han salido 16,27 km, de una gran belleza y con hitos de interés como el Ponte Taboada sobre el río Deza y el Pazo de Liñares.

De Lalín salimos por el paseo fluvial junto al río Pontiñas,entre carballeiras y con numerosos puentecitos y carril bici muy cuidado. Lo seguiremos durante un buen rato. A los 3,5 km un indicador nos desvia a la derecha hacia Espiño y salimos a la Carretera Nacional 525 que cruzamos para continuar por una carretera local que pasa tras un hotel spa y cruzar por la parte baja el Polígono industrial Lalín 2000. La calle principal termina en la Autovía que pasamos por un paso inferior y por un camino de tierra desembocamos en A Laxe, parroquia de Bendoiro, donde el Camino de Invierno confluye con la Vía de la Plata o, con más propiedad en el Camino Sanabrés.

Tras pasar el Albergue de A Laxe en dirección a Prado seguimos por un camino cementado  que nos conduce de nuevo a la carretera N-525 . Seguimos un indicador a la derecha que señala hacia el Monasterio de San Lorenzo de Carvoeiro (lo visitaremos por la tarde) y al Santuario de Nuestra Sra. del Corpiño. Enseguida entramos en Vilasoa  y salimos por un camino de tierra entre una densa vegatación y alcanzar el núcleo de A Borralla, donde encontramos a Marie Helen, una  canadiense a la que vimos salir del Albergue de A Laxe y que descansa en un banco peregrino.  El camino sigue descendiendo junto a un regato y alcanzamos Prado. Nos asomamos al imponente Pazo de Liñares. De vuelta al camino, pasamos por una quesería en la que podemos sellar la credencial y comprar un queso de la denominación Arzua-Ulloa.

Un poco  más adelante cruzamos el genuino puente medieval de Taboada sobre el río Deza, afluente del Ulla. Es un puente medieval de un sólo arco construido a principios del siglo X, como se puede leer una inscripción en una roca. El puente y el camino posterior está recubierto de grandes losas de piedra. Ascendemos hasta la parroquia de Taboada, cruzando de nuevo la N-525, para admirar la Iglesia románica De Santiago de Taboada, con capiteles con decoración vegetal y tímpano con Sansón luchando contra el león. Junto a la Iglesia un bonito crucero y una escultura de Santiago como peregrino. Seguimos camino y  pasamos por Transfontao, un pequeño núcleo de casas que ya pertenece a la Parroquia de Silleda, Desde aquí, cruzamos unos prados, el arroyo de A Gouxa  que salvamos con un sencillo puente de losas y emprendemos un ascenso en que nos encontramos con las primeras viviendas de Silleda.
Silleda es una destacada localidad del interior de la provincia de Pontevedra, conocida por acoger, en su enorme pabellón ferial, la “Semana Verde de Galicia”, que se celebra estos días. En Silleda paramos el GPS, comemos y nos vamos a nuestro alojamiento.

En resumen, como decía al principio ha sido una etapa sencilla, corta y muy bonita, en la que nos ha llovido suavemente casi toda la mañana y en la que hemos vuelto a disfrutar de lo lindo con la naturaleza y los parajes incomparables de esta Galicia interior.

El caminar de hoy ha quedado dibujado en este track.

Fuera de programa y por gentileza de María del Eco Hotel Nos, nos acercamos a visitar el Monasterio de San Lorenzo de Carvoeiro. Se trata de un Monasterio iniciado en el siglo X, que alcanza su esplendor entre el XII y el XIII e inicia su decadencia en el XV. De estilo románico tiene ya influencias góticas y, se dice, que el Maestro Mateo pudo diseñar los planos de esta iglesia basilical. En ella alternan arcos de medio punto, con bóvedas de crucería, restos de pinturas murales y un bonito rosetón. Tiene una espectacular cripta, necesaria para nivelar la fuerte pendiente. Visitamos también el palomar, molino y Puente sobre el Río Deza.

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