Mirador y collado de la Viñuela, Sendero del Río Toba, Sendero del Castillejo y Castillejo de los Guájares desde la Cascada del Río Toba

Sentía tales emocione caminando que, al volver por la noche, ya no tenía más que una idea en la cabeza: recomenzar.

De Beauvoir, Simone. La plenitud de la vida. Edhasa, Barcelona 1980

Este jueves nos proponemos realizar esta corta y difícil ruta en el T.M. de Los Guájares. Comenzamos a caminar frente a la impresionante Cascada del Río Toba, junto a la carretera GR-4300. Es una cascada artificial producida por el desbordamiento del canal de los regadíos metros arriba. El agua se vierte al Río Toba y es aprovechada en las huertas junto a Guájar Farahuit. El sendero comienza al otro lado de la carretera en fuerte subida por una senda con mucha piedra suelta. Al principio hay una barandilla que ayuda a superar los primeros metros. La senda está bien marcada aunque hay que hacerla con precaución. Hacia el km 1,1 llegamos al Mirador de la Viñuela con magníficas vistas sobre la sierra y Guájar Alto. Hacia el km 1,5 llegamos al Collado de Viñuela que bordeamos por la derecha hasta bajar a una pista forestal en la que vemos indicaciones del Sendero señalizado del Río Toba (SL-A-53) Hacia el km 2,3 dejamos la pista para adentrarnos en un sendero que cruza un bosque de pinos y monte bajo mediterráneo. Cruzamos el Barranco de la Sima y comenzamos una fuerte subida que nos dejará en el Collado del Cerro del Palinar ya en el TM de Ítrabo. Continuamos hasta la cima (914 m) y descendemos por otra pista forestal que dejaremos en el km 7 de nuestro track.

En este punto el camino se pierde y tirando de track encontramos otra senda en descenso que se dirige hacia el paraje Haza del Buho y al Collado de las Cenellas. Aquí tenemos muy buenas vistas de Sierra nevada con la Loma del Caballo nevada y el resto de cimas con algunos neveros. Continuamos el descenso hasta el collado de la Viñuela (558 m) entramos en una zona de olivar y en una pista rural. Hay que ir muy atentos al GPS porque en un punto de ese carril hay un olivo con una piedra verde que nos indica una bifurcación a la derecha con la que enlazamos con el sendero señalizado al Castillejo de los Guájares.

El sendero crestea en dirección al poblado fortificado. Nuevamente hay que estar atentos al GPS porque la mayor parte de los hitos han desaparecido. El Castillejo se sitúa en el curso medio del valle del río de la Toba a su paso frente al pueblo de Guájar Faragüit y a una cota superior al de Guájar Fondón, coronando una montaña de 405 m de altitud. Este valle se ubica en un área montañosa, próxima a la costa mediterránea y a otras comarcas históricas como La Alpujarra y el Valle de Lecrín, formando parte de la cuenca baja del río Guadalfeo. Quedan los restos de la fortificación, restos de viviendas, restos de un aljibe y una fuente junto a un muro a la entrada.

Retrocedemos unos metros desde la entrada y tomamos una senda que nos dirige hacia Guájar Farahuit. Hacia el km 11 de nuestro recorrido tomamos una desviación hacia la izquierda que discurre en la linde de un pinar en monte público por una senda bien marcada. Esta senda nos lleva por la Cuesta del Quemado hasta una zona de huertas junto al Río Toba. Hay que cruzar el río por donde se pueda para tomar al otro lado del cauce un carril que nos dejará en la carretera GR-4300. Desde este punto remontamos la carretera unos 800 m para llegar al parking junto a la Cascada del Río Toba.

La ruta no es muy larga, nos han salido unos 15 km, pero el desnivel superado y las condiciones de los caminos la hacen de un nivel medio alto. Paisajísticamente el escenario es espectacular con magníficas vistas sobre las Sierras de Tejeda y la Almijara, Sierra Nevada y la costa granadina.

Todo el recorrido de hoy ha quedado registrado, con sus correspondientes errores, en este track.

Camino Portugués a Santiago por la costa. Etapa 14: Padrón- Santiago de Compostela

Aunque la ruta de mi vida me conduzca a una estrella, no por eso fui dispensado de recorrer los caminos del mundo.

Saramago, José. Viaje a Portugal. 1981, Fundación José Saramago

En nuestra última etapa de esta variante del Camino de Santiago salimos de la localidad de Padrón en dirección a Iria Flavia donde visitaremos la Colegiata de Santa María de Adina, junto al cementerio en el que están enterradas las dos grandes figuras de la literatura padronesa (Cela y Rosalía de Castro) continuaremos hasta el Santuario de A Escreavitude, llegaremos a O Milladoiro, desde donde ya se divisa la catedral de Santiago y desde aquí nos dirigiremos a Santiago a través del Lugar de Santa Marta, entraremos en Santiago por la Alameda y, por la Calle Francos dirigirnos hacia la Plaza del Obradoiro. Toda la etapa se ha desarrollado en la provincia de A Coruña.

Salimos de Padrón desde la iglesia de Santiago, pasamos junto a la estación de autobuses, cruzamos un puente sobre el canal del Sal y después de cruzar la carretera N-550 entramos en Iria Flavia. Llegamos a la Colegiata de Santa María de Adina, una de las basilicas más antiguas de Galicia y sede episcopal en el Siglo VI hasta el Siglo XI en el que la sede se trasladó a Santiago. Justo al lado hay un bonito cementerio en el que están enterrados varios obispos, Camilo José Cela (coya fundación está muy cercana) y Rosalia de Castros, ente otros. Tras cruzar de nuevo la via del tren salimos de nuevo a la N-550 por cuyo arcén caminamos unos cientos de metros con mucho cuidado pues hay mucho tráfico. Un kilómetro más adelante nos desviamos a la izquierda y pasamos varias aldeas rurales como A Pousa, O Souto, Rueiro o Anteportas. Llegamos al Santuario de A Escravitude. Bajo una escalera se encuentra A Fonte Santa, origen de la leyenda que da nombre a este santuario. La fuente tiene la imagen de una virgen y un peregrino aquejado de una enfermedad que bebió de su agua. A las pocas horas estaba curado y dicen que exclamó: “Gracias Virgen que me libraste de la esclavitud de mi mal”

Continuamos por pistas asfaltadas pasando por varias aldeas entre las que destacan A Angeira de Suso y O Faramello ya en el Concello de Teo. El paisaje siguen siendo viñedos emparrados, prados y huertos familiares. Continuamos en subida hasta Rúa de Francos, una típica aldea gallega de casas de piedra. En el alto se encuentra la ermita de San Martiño, un cruceiro considerado de los más antiguos de Galicia y una zona de bancos y mesas en la que tomamos una fruta y descansamos un poco. Seguimos por una suave bajada, pasamos ante una posada rural llena de peregrinos a esas horas, volvemos a pasar sobre las vías del ferrocarril hasta cruzar un puente sobre el arroyo Riotinto. Poco después, en ascenso, cruzamos la aldea de Pedreira y a la salida cruzamos un hermoso robledal. Salimos a una carretera local, la recorremos por el arcén, pasamos un par de rotondas y entramos en O Milladoiro. A la derecha y en alto vemos la capilla de Maria Magdalena. Desde este punto ya se divisan las torres de la Catedral de Santiago.

Desde O Milladoiro, el humilladero, es decir donde los peregrinos se arrodillaban al ver la Catedral descendemos hacia A Rocha Vella, donde nos encontramos de nuevo con el río Sar, lo cruzamos por A Ponte Vella y continuamos paralelos al curso fluvial hasta llegar a una bifurcación. Ambas opciones son igualmente buenas pero nosotros optamos por seguir de frente hacia Santa Marta de Abaixo. A la salida de Santa Marta la capilla de Santa Marta. Continuamos por la Rúa Rosalia de Castro hasta llegar a la Praza de Vigo, junto al parque de la Alameda. El camino sigue por la Porta Faxeira y la Rúa do Francos. Llegamos a la Praza das Praterias y desde ahí a la Plaza del Obradoiro. Tras las fotos de rigor a comer y descansar.

Con esta etapa completamos el Camino Portugués por la Costa, un total de 286,78 km, una preciosa ruta que atraviesa parajes diversos y espectaculares además de ofrecernos la oportunidad de contemplar un ingente patrimonio histórico artístico estrechamente vinculado con el camino. Hemos disfrutado de la amabilidad y hospitalidad de los portugueses que cuidan y mantienen la ruta muy bien señalizada, al igual que el tramo que hemos recorrido en Galicia. En relación con el camino nos hemos tomado un par de licencias tomando las rutas complementarias que lo han enriquecido enormemente.

Todo el recorrido de hoy lo hemos dejado registrado en este track.

Camino Portugués a Santiago por la costa. Etapa 13: Caldas de Reis- Padrón

No encuentro caminos
fáciles de andar
Mi rostro cambiante
desorienta las firmes piedras
Que no saben de agua ni de mar.

Meireles, Cecilia. Antologia poética, Global editora 2013

En esta decimotercera etapa salvamos la distancia entre las localidades de Caldas de Reis y Padrón, en la comarca del Río Sar. La etapa se caracteriza por la alternancia entre caminos forestales, los habituales tramos por carreteras y la presencia de tres grandes ríos: El Valga, el Ulla y el Sar.

Comenzamos la etapa en la fuentes de las Burgas cercana al Balneario Dávila y comienzo de la Calle Real. Pasamos junto a la Iglesia de Santo Tomé, cruzamos el puente de reminiscencias romanas sobre el Río Bermaña y por la calle San Roque pasamos junto a ermita del mismo santo y cruzamos la carretera N-550. Tras unos metros por el arcén el camino sigue por una pista asfaltada paralela al Río Bermaña y a los dos kilómetros de camino entramos a un frondoso bosque de robles. En continuo ascenso a los cinco kilómetros de camino llegamos a la aldea de Carracedo, pasamos junto a la Iglesia de Santa Mariña y continuamos hasta la aldea de Gorgullón en la que alcanzamos el punto más alto de la jornada. Comienza el descenso, dejamos el bosque y entramos en una zona de viñedos emparrados. Cruzamos de nuevo la N-550 hasta llegar a Casadelrique. A la salida de este lugar hay un albergue con bar muy concurrido a esta hora de la mañana. Ya estamos en el Concello de Valga.

Caminamos paralelos a la AP 9 y como un kilometro más adelante la cruzamos por un puente elevado. Continuamos paralelos a la autopista mientras el camino se va separando de ella y entramos en otro denso bosque. El descenso continua por una larga senda paralela al Río Valga y al final salimos a una zona con un puente de madera, bancos y un tejadillo ideal para tomar una fruta y descansar un poco, como hacen muchos otros viandantes. Al otro lado del puente los restos de un viejo molino hidráulico. Pasamos la Iglesia de San Miguel de Valga, un par de albergues a lo largo del camino y llegamos a otro bosque de pinos y eucaliptos. En este punto encontramos a Manuel y Noel, padre e hijo, granadinos con los que continuaremos casi hasta el final de la jornada. Salimos hasta una carretera local y llegamos a la aldea de Candide ya en el Concello de Pontecesures.

Seguimos hasta la aldea de Infiesta, pasamos junto a la Iglesia de San Julián y por calles estrechas y en bajada cruzamos primero la via del ferrocarril por un paso a nivel y más adelante cruzamos el Río Ulla por un largo puente que, en sus orígenes, fue romano. En este punto entramos en el Concello de Padrón. Seguimos de frente y llegamos a las orillas del Sar donde giramos a la derecha para caminar paralelos al río un par de kilómetros. El camino nos lleva hasta el campo da Feira donde está el mercado de abastos y desde aquí hasta el paseo del Espolón, un magnífico paseo cubierto por enorme plátanos en el que hay dos monumentos dedicados a padroneses insignes: Rosalía De Castro y Camilo José Cela. El paseo termina en la Iglesia De Santiago bajo cuyo altar mayor se encuentra el “pedrón” original al que, según la leyenda, apareció amarrada la barca de piedra en la que llegó a España el cuerpo del Santo Peregrino. El “pedrón” es, en realidad un ara romana dedicada al dios Neptuno. En la inscripción que hay en ella se puede leer: “A Neptuno el Foro iriense con su dinero”.

Tras la comida el paseo cultural habitual. En esta ocasión visitamos la Casa -Museo de Rosalía de Castro, la fuente y convento del Carmen, la Casa do Concello, El alfolí (edificio dedicado a la venta de sal) y paseamos por el Jardín Botánico.

Los 20 kilómetros del recorrido de hoy han quedado registrados en este track. (Incluido el trayecto hasta nuestro alojamiento)

Camino Portugués a Santiago por la costa. Etapa 12: Pontevedra-Caldas de Reis

Lo importante no es llegar
Lo importante es el camino
Yo no busco la verdad
Si no se que hay un destino

Páez, Fito, Eso que llevas ahí, 2016

En la décimo segunda etapa de esta variante del Camino de Santiago nos desplazamos desde Pontevedra a Caldas de Reis. Una etapa de unos 22 km sobre el mapa con una única subida de cierta envergadura. Durante la etapa hemos de ir muy pendientes de las señales, ya que a pocos kilómetros de la salida el camino se bifurca en la Variante Estpiritual (relacionada con la leyenda de la “translatio” del cuerpo del apóstol) y con un par de modificaciones que se han hecho al recorrido. Unas tratando de evitar la carretera N-550 y otra, a la entrada de Caldas, que estaban pintando justo a nuestra llegada y que elimina un punto un tanto conflictivo junto al Iglesia de San Roque.

Salimos de Pontevedra a las 8 de la mañana cuando ya la Rúa da Santina es un río de gente y nos dirigimos hacia el Puente de O Burgo sobre el río Lérez que da nombre a la ciudad. A continuación, bordeamos la Marisa de A Xunqueira de Alba, muy sujeta a las fluctuaciones de las mareas. Con la marea alta se llena de agua, pero a nuestro paso debía ser marea baja y apenas parecía marisma. A continuación la ruta se encajona entre la vía del tren a la derecha y el río Granda a la izquierda. Vamos ascendiendo hacia el lugar de Pontecabras y alcanzamos la Iglesia rectoral de Santa María de Alba que tiene una escultura ante la casa rectoral que homenajea a uno de los últimos párrocos. Un poco mas adelante, en Guxilde se dice que el arzobispo Diego Gelmirez (responsable de la Catedral de Santiago) hizo un alto en su viaje desde Braga a Compostela.

A partir de este punto comienza la subida hacia San Caetano De Alba. Pasada la capilla de San Caetano nos adentramos en los bosques de Reiris y Lombo de Maceira. Un auténtico vergel e una de las “corredoiras” más verdes y húmedas de Galicia, con numerosos arroyos que cruzan el camino y bajo frondosos robles. En plena subida nos adentramos en el Concello de Barro a través de un pequeño puente de piedra que cruza el Rego do Cárcere. Desde la parroquia de San Mauro continuamos hacia San Mamede de Portela. Después de más de tres kilómetros de subida llegamos a la aldea de San Amaro, el punto más alto de la etapa de hoy. Allí hay un bonito albergue con bar y junto al albergue la Capilla de San Amaro que presenta la particularidad que tiene una coqueta espadaña y la campana está al lado opuesto. Tal vez cuando la encargaron no midieron el hueco y no cabía. A continuación pasamos por un lavadero y un área de descanso con fuentes y bancos para los que no se animen a hacer uso del bar del albergue.

El descenso, por una carretera local nos lleva a un área recreativa con curiosas esculturas y frases motivadoras. Avanzando por la carretera local llegamos hasta la localidad de Valbón con un bonito crucero en el que además del crucificado y la virgen hay una imagen de Santiago mirando hacia Compostela. En este tramo encontramos a Lourdes y Tatiana dos chicas alicantinas con las que compartimos un rato de conversación. Un nuevo cruce de la N-550 cerca de La Seca nos deja en un bonito bar junto al aparcamiento de la Senda de los Muiños del Río Barbosa. Sellamos la credencial, vamos al servicio (toda la ruta transcurre por zonas habitadas y con muchos viandantes y es complejo encontrar intimidad) y tomamos un refrigerio. A partir de aquí es preciso prestar atención a la señalización pues los continuos serpenteos en torno a la N-550 y la nueva vía férrea de alta velocidad nos pueden despistar fácilmente. La marcha ahora es en paralelo a la nacional y tras superar el rio Agra el camino gira a la izquierda para tomar una senda entre viñedos. Estamos en la denominación de origen “Alvariño Rías Baixas” . Pasamos el hito 50 km a Santiago y entramos en el lugar de Portas. Junto al camino un albergue muy concurrido. En el jardín están Lourdes y Tatiana. Saludamos y continuamos de frente hasta una rotonda.

Ahora tomamos una senda paralela a la nacional que se va separando poco a poco. Continuamos por la aldea de Tivo y tomamos una pista de tierra y en unos dos kilómetros entramos en Caldas de Reis junto a la Iglesia de Santa María. Un operario está pintando las flechas amarillas desviando el camino de la N-550. Cruzamos el puente sobre el río Umia, pasamos frente a la Casa del Concello, el balneario Acuña, seguimos hasta el Balneario Dávila y detenemos nuestra marcha al comienzo de la Calle Real frente a la iglesia de Santo Tomás. La mayor parte de la ruta de hoy se desarrolla por la antigua vía romana XIX entre Astorga y Lugo. Se cree que Almanzor usó esta vía de peregrinación en su recorrido por Pontevedra para alcanzar Santiago de Compostela mientras iba destruyendo todo lo que encontraba a su paso.

Cuando estamos terminando de comer llegan la escocesa Rena Wiggins y su amiga (es la señora que cumplía 80 años ayer) y que se encuentra haciendo el camino en apoyo al Team Mckeown para recaudar fondos para la lucha contra el cáncer. Todo un ejemplo de superación y resiliencia.

Como viene siendo habitual, por la tarde hacemos un paseo monumental por la ciudad. Nos acercamos al río Umia y lo cruzamos por el mismo puente que cruzó Almanzor, recorremos parcialmente el parque da Tafona, descubrimos la Fuente da Burga que suministraba agua caliente al lavadero del mismo nombre, el colorido Balneario Dávila. Ya estamos en la almendra central de la villa, junto a la plaza en la que Doña Urraca construyó su Torre y en su lugar y con sus restos se construyó la actual Iglesia de Santo Tomé quizás como recuerdo de paso de Santo Tomás de Canterbury por la villa en 1170. La prosperidad de la villa llevó a los “indianos” a construirse hermosas casas en la Calle Real y alrededores. Visitamos el Mercado de Abastos, donación de Juan Fuentes Echevarría en 1929, una hermosa casa en Rúa dos Fornos, ahora hotel, la Fonte de Bermaña, el puente sobre el río Bermaña y el Balneario Acuña.

En resumen, ha sido una etapa marcada ya por el altísimo número de viandantes que nos hemos cruzado a lo largo del día, con la longitud apropiada 22,46 km y una única subida con no excesivo desnivel. En muchos tramos han colocado réplicas de los miliarios romanos de la Vía XIX y paneles explicativos, por lo que la caminata se hace bastante amena. Cuando no es coincidente con la vía romana nos entretenemos con la profusión de capillas, cruceiros, alminhas, áreas recreativas fuentes y lavaderos.

Todo nuestro caminar de este día ha quedado registrado en este track.

Camino Portugués a Santiago por la costa. Etapa 11: Redondela-Pontevedra

En el mundo no hay más que un camino que sólo tú puedes recorrer: ¿A dónde conduce? No preguntes, síguelo. ¿Quién dijo que «un hombre jamás se eleva tan alto como cuando no sabe a dónde puede llevarle su camino»?

Nietzsche, Friedrich La Gaya ciencia. Tecnos, 2016

La ciudad de Pontevedra es el destino de la etapa de hoy que iniciamos a la salida de Redondela junto a la Capilla de Santa Mariña construida en el siglo XIX en estilo neobarroco. A lo largo de la etapa recorreremos el litoral de la Ría de Vigo y cruzaremos los concellos de Soutomaior y parte del de Pontevedra.

A la salida de Redondela caminamos por carreteras locales y comarcales con bastante tráfico y desde el punto de la mañana se nota ya una mayor afluencia de caminantes que en los días pasados. Por el camino Real de Cesantes llegamos a la parroquia de Cesantes ya bajo un denso bosque bastante agradable. Cruzamos de nuevo la carretera N-550 y comenzamos una leve subida hasta el área recreativa de O Viso con una fuente historiada. El camino, en subida, es bastante llevadero, con las correspondientes flechas amarillas, los hitos kilométricos y algunas conchas. En algunos lugares los peregrinos van dejando algunos recuerdos de su paso y algunas casas colocan sus alminhas en las que los caminantes también van dejando algunos recuerdos. En un momento ganamos suficiente altura y podemos ver las islas de San Simón y Santo Antón y bajo sus aguas yacen los galeones de la Batalla de Rande. Al fondo, entre bateas de mejillones tenemos una ultima vista del Puente colgante. Tras la primera subida del día, y su correspondiente descenso por un tupido bosque de eucaliptos, nos plantamos a las puertas de Arcade tras pasar junto a la fuente de A Lavandeira en la que vemos a los locales llenando botellas de agua fresca. Callejeamos un poco, pasamos ante un banco peregrino y enseguida nos encontramos en los arenales de las orillas de Río Verdugo y el famoso puente de Sampaio nos cruza a la otra orilla. Una placa nos recuerda la batalla celebrada allí durante la guerra de independencia.

Pasado el puente una serpenteante subida entre hórreos, cruceiros y lavaderos nos dirige hacia una senda de altos muros cubiertos de musgo y bajo un bosquecillo de variada vegetación que nos lleva hacia el río Ulló que cruzamos por un puente metálico. La subida continúa por lo que parece una calzada romana (tal vez la via XIX) con evidentes huellas del tránsito de carros. Por ella subimos a A brea Vella y A canicuova. En la subida hay unos vendedores de merchandising del camino y nos encontramos con un grupito en el que a una señora le cantan el “cumpleaños feliz”. Nos dicen que es su 80 cumpleaños, todo un ejemplo. En el grupito entablamos conversación con Jose Antonio un malagueño residente en Maracena que apunta sus reflexiones sobre el camino en post it amarillo fluorescente. Nos vamos acercando a Pontevedra a través de varios núcleos urbanos como A Boullosa y Santa Comba de Bértola donde vemos la Capilla de Santa Marta. Nos reencontramos con Jose Antonio y nos presenta a una canadiense de Nombre Cara. Hacemos un selfie en un espejo de la carretera y entramos en el camino alternativo de la Senda Fluvial de Río Tomeza o Senda Dos Gafos.

Es una maravilla caminar por ella siguiendo los meandros de río, unas veces tranquilo otras con mucha fuerza y vamos pasando puentes de madera, de cemento entre una gran variedad de vegetación de ribera: sauces, abedules, chopos algún roble… Casi al final de la senda y bajo un puente de la autovía nos encontramos con una buena muestra de arte urbano. Por la Rúa Otero Pedrayo y la Glorieta de Compostela nos dirigimos al centro histórico de la ciudad pasando por la fuente de los niños, el Santuario de la Virxe Peregrina, Rúa Soportales y el simpático loro Ravachol. El casco histórico de la ciudad nos espera.

Por la tarde, y en nuestro tradicional paseo cultural nos entretenemos en algunas de las plazas emblemáticas, como la plaza de la Verdura, la de la Leña o la de la Ferrería, centro neurálgico de la ciudad. El dicho popular de Pontevedra es “É boa Vila e dá de beber a quen pasa…” y así lo constatamos por las numerosas fuentes que encontramos en toda la ciudad: la de los niños, con el dicho inscrito en la circunferencia de la Fuente, la que encontramos en la Calle Real o junto a la Capilla de la Virgen Peregrina. Igualmente visitamos esta capilla, el Convento de San Francisco o las ruinas de Santo Domingo. Y no puede faltar la imagen del Loro Ravachol, auténtica alma de Pontevedra.

La etapa de hoy ha sido un poco más larga de lo esperado, nos han salido 21,35 km, con un par de subidas y sus correspondientes bajadas, con sus ratitos de carretera y un final estupendo por el Paseo fluvial dos Gafos, junto al Río Tomeza.

Todos los pasos de esta etapa han quedado registrados en este track.

Camino Portugués a Santiago por la costa. Etapa 10: Vigo-Redondela

El lenguaje es como el camino. No puede ser percibido todo de una vez, porque, ya sea escuchado o leído, se despliega en el tiempo.

Solnit, Rebecca. Wanderlust, Capitán Swing 2015 pg 390

En nuestra décima etapa de esta variante del Camino de Santiago vamos a atravesar Vigo para salir de la ciudad por el barrio de Teis y por la Senda de la Traída de Aguas cruzaremos los lugares de Paradela, Parada y Trasmaño. Tras alcanzar Randle y Portela, descendemos hacia Cedeira para alcanzar Redondela en donde confluyen el camino Portugués del Interior con esta variante.

Iniciamos la etapa cruzando la ciudad de Vigo subiendo por la Calle Urzaiz, una de las más populosas de la ciudad y en la que a estas horas coincidimos caminantes y trasnochadores. Por el camino encontramos diversos elementos ornamentales y arquitectónicos. Igualmente, encontramos diversas muestras de arte urbano en las que los artistas urbanos han plasmado su buen hacer. A pesar de que se dice que la salida de Vigo es un poco caótica, en nuestro recorrido no hemos dejado de ver flechas amarillas y conchas que nos han balizado el camino.Llegamos al popular barrio del Calvario, pasamos junto al mercado municipal y, un poco más adelante llama la atención la iglesia de los Picos, muestra de arquitectura contemporánea. Finalmente dejamos Vigo “oficialmente” por el barrio de Teis y, junto a la fuente de Pouleira el camino se une a la Senda da Traída das Augas. Unas ondas verdes y amarillas nos indican por donde debemos caminar. La senda es compartida con ciclistas y tráfico rodado por lo que hay que extremar las precauciones. En este tramo vamos encontrando numerosas fuentes, todas ellas con agua abundante.

Iremos saliendo a pistas en el bosque y a asfalto en una parte bastante tranquila y en la que podemos ver la boca de la Ría de Vigo, con las islas Cíes al fondo, las bateas de mejillones por doquier y las industrias auxiliares del puerto vigués. Pronto llegamos a uno de los puntos más bonitos del recorrido, una preciosa cascada que hace el Rego Fondón, donde además de una fuente hay unas mesas para hacer un alto en el camino si es necesario. Vale la pena subir por unas escaleras que remontan el torrente, porque la sensación es inigualable.

Hacia el km 10 del recorrido alcanzamos el punto más alto de la jornada y comenzamos a ver la silueta del Puente de Rande y la Bahía e Isla de San Simón. Pasada una fuente en el km 13 del recorrido iniciamos una pronunciada bajada que nos lleva hasta Cedeira. Pasamos cerca De la Iglesia de San Andrés en dirección a la parroquia de O Cruceiro, pasamos junto al pazo de Vilavella y una pronunciadísima pendiente nos deja ya en las calles de Redondela. Pasamos por un túnel bajo las vías del tren, caminamos unos 600 metros por el arcén de la N-522 (con mucho tráfico) y llegamos a una rotonda donde confluyen el camino Portugués del interior y el de la costa. Seguimos las flechas amarillas y paramos el recorrido junto al albergue municipal de la población en la Casa de la Torre.

En resumen, ha sido una etapa muy corta, escasos 16 km que nos ha permitido llegar al alojamiento muy pronto, asearnos y dar un breve paseo hasta la hora de comer y que nos ha dejado libre la tarde para conocer un poco mejor esta localidad con un rico patrimonio urbanístico y gastronómico.

Por la tarde salimos a dar un paseo para conocer el rico patrimonio artístico de Redondela. Durante la tarde hemos visitado:

  • los dos viaductos construidos a finales del siglo XIX. El de Pontevedra, construido entre 1881 y 1884 o viaducto nuevo, y el de Madrid construido ente 1872 y 1876 también conocido como viaducto de Redondela.
  • Pazo de Peton o Santa Teresa del s. XVII
  • Casa da Torre, actual albergue de peregrinos, edificada en el XVI por la familia Prego de Montaos
  • Casa da Alfóndiga o Torre de Reboreda, ligada al mayorazgo del mismo nombre debe su nombre actual al antiguo mercado de semillas.
  • Convento de Vilavella, fundado en el siglo XVI por los Prego de Montaos adaptado a vivienda por el propietario de las conservas JOB actualmente se utiliza para evento sociales.
  • la Iglesia de Santiago y la casa parroquial
  • Antigua casa del Concello, posteriormente almacén de sal conserva un escudo de Redondela de 1700
  • Capilla de Santa Mariña construida en 1870 sobre otra anterior dedicada a esta santa gallega alberga diferentes imágenes religiosas del escultor Ramón Núñez.
  • Fonte do Muro por la escultura que decora la parte superior. A sus aguas se le atribuyen propiedades curativas.
  • Zona de especial protección Estuario Alvedosa. Con pasarelas y lugares para avistar las aves.

Todo el recorrido de la mañana ha quedado registrado en este track.

Camino Portugués a Santiago por la costa. Etapa 9: Baiona-Vigo

He decidido hacer arte utilizando líneas y recintos, o bien piedras y días

Long, Richard. Heaven and Earth. Tate Gallery copia archivada de la exposición

En nuestra novena etapa de este camino vamos desde Baiona hasta Vigo, la mayor ciudad de Galicia y en la que vamos a disfrutar de variadas muestras arquitectura popular, algunos pazos históricos y cruceiros muy originales.

Comenzamos a caminar en Baiona en la plaza junto a las Iglesias de Santa Liberata y Santa María de Fora, pasamos por la plaza del Concello, el Museo de historia de Baiona hasta llegar a la Fonte de Zeta del siglo XVII. Un poco más adelante nos encontramos el Cruceiro de la Santísima Trinidad uno de los pocos con baldaquino y con pinturas policromadas. Continuamos el camino para pasar un puente con lavadero sobre el río Baiña y entrar en el barrio de Sabarís. Esta parte del camino es pródiga en fuentes porque unos cientos de metros más adelante encontramos la Fuente de Gafos y a escasos cien metros encontramos la fuente de Pombal bajo una arcada. El camino llega a una rotonda con un monumento dedicado a los peregrinos. Pasamos otro puente sobre el río Groba y, finalmente llegamos al imponente puente románico de A Ramallosa (en obras) que salva el río Miñor. Tiene arcos de medio punto combinados con arcos ojivales y otros suavemente apuntados con un doble sistema de tajamares para combatir la fuerza del Río y de las mareas.

Entramos en el Concello de Nigrán por un paseo fluvial, el camino do Souto y continuamos por el camino de Rosiña hasta alcanzar el núcleo de Nigrán. Por el camino pasamos junto a los pazos de Urzaiz y Cea ya en subida por el monte Sanromán hasta llegar a la parroquia de Priegue, aún en el Concello de Nigrán. Aquí encontramos a nuestros amigos coreanos de ayer junto a un grupo de compatriotas y nos agrupamos junto al banco de Paco, un banco jacobeo muy instagramable con sello e indicaciones de distancias a diversos lugares. La carretera comarcal PO-550 nos acompaña en esta parte del camino. En ella nos encontramos con Mintxo, técnico de sonido de Rosendo durante veinte años y con el que departimos unos minutos.

Continuamos por el camino hasta llegar a los montes de Saians, un bucólico monte en el que vamos a encontrar una ruta por diversos molinos hidráulicos. Al llegar a la cima y junto al hito que nos indica que faltan “solamente” 115 km hasta Santiago y con unas fabulosas vistas sobre las Islas Cíes encontramos a Nikki y Andy, una pareja de australianos que hacen su primer camino y con los que nos hemos ido cruzando a lo largo de la mañana. El descenso nos lleva por la ruta de los molinos, algunos de ellos naviculares, cercanos al Castro de Medoña. En este descenso encontramos algunas fuentes y una bonita cascada en la Fraga de Gontade.

El descenso finaliza en la carretera de Camposancos que seguiremos varios km. Por allí podemos ver la Iglesia de Salvador de Coruxo con tres ábsides semicirculares de tipo románico con ventanillas del mismo estilo. Al llegar a una rotonda nos desviamos a la izquierda hacia la playa de Samil, lugar de ocio y encuentro de muchos vigueses. Sin llegar a la playa, tomamos el Paseo Fluvial del Río Lagares que nos lleva casi hasta el centro de la urbe. El paseo fluvial nos permite disfrutar de sus humedales, algunas sombras y la fauna habitual de patos y aves fluviales. Detenemos la ruta junto al Estadio Balaidos para dirigirnos a nuestro alojamiento.

Esta etapa ha sido algo más dura que las anteriores pero ha sido muy bonita y agradable, lástima de los larguísimos tramos por el asfalto, tanto de la carretera PO-550 como por la entrada a la enorme ciudad de Vigo.

Todo nuestro caminar ha quedado registrado en este track.

Camino Portugués a Santiago por la costa. Etapa 8: Viladesuso – Baiona

Caminar es recobrar el aliento y el cuerpo, hacer pie de nuevo, dejar de dar pasos en falso. Al emprender camino no sólo salimos de nuestra casa, sino que salimos, sobre todo, de nosotros mismos.

Levi, Primo. Si esto es un hombre. 2002, pg 169

Nuestra octava etapa de este camino comienza en la parroquia de Viladesuso en el Concello de Oia. Sobre el papel era una etapa bastante llevadera, pero si a eso le quitamos los tres km que adelantamos ayer, se nos ha quedado un paseo bastante cómodo.

Comenzamos a caminar a las 8:15 de la mañana. Hemos desayunado en la gasolinera donde hemos vuelto a encontrar a Daniel, uruguayo al que conocimos durante la cena. Nos ofrece unas galletas que le sobran y nos despedimos. Él quiere pasar hoy de Vigo, por lo que puede que ya no lo volvamos a encontrar. Cuando salimos del Albergue ya no quedaba nadie, somos los últimos en salir. Para no perder el hábito comenzamos caminando por el carril bici compartido de color amarillo junto a la carretera local. Afortunadamente, en menos de un km nos desviamos a la derecha por un camino rural asfaltado con muy poco tráfico a esas horas. La mañana está muy agradable para caminar y el océano, un poco más saltarín que ayer, deja una húmeda bruma en el aire que refresca el ambiente algunos grados. Entre los muros que cercan las fincas ganaderas vamos llegando a la parroquia de Mougás, aún en el Concello de Oria. En un pequeño altozano, los caminantes han ido dejando junto a uno de los hitos del camino un montoncito de cantos decorados. La mayoría se lo ha currado y hay auténticas obras de arte.

A partir de este punto nos acercamos nuevamente al océano entre muros de piedras. El paseo es bastante apacible, al tiempo que nuevos elementos etnográficos se unen al paisaje. En este caso algunos molinos de viento en diverso estado de conservación entre los que destaca el reclamo del Camping O Muiño que parece acabado de construir. Un poco más adelante volvemos al carril bici junto a la carretera y nos encontramos con una pareja coreana que encontramos ayer en el Albergue. Caminaremos a la par hasta que comience las subidas del final. Frente al restaurante O Pedrusco vemos la Pedra Rubia y nos vamos acercando a la parroquia de As Mariñas. Antes de entrar al lugar , tenemos que cruzar la carretera y comenzar a subir por la Estrada da Portela, por la que tenemos que cruzar una portilla que nos permite cruzar una finca particular con caballos en libertad, y deberemos cerrarlas tras nuestro paso. La empinada calzada (probablemente de origen romano) está empedrada y se aprecian las marcas de las viejas rodadas. Tras unas fuertes rampas alcanzamos el punto más alto de la etapa mientras disfrutamos de una bella imagen del Faro de Cabo Silleiro. El descenso se realiza por la misma calzada empedrada bajo un bosque de eucaliptos. La bajada que nos llevará hasta Baredo y sus casas, pasando por el cruceiro de O Sinal, cruzando el arroyo del mismo nombre y el comienzo del paseo fluvial de los molinos de Baredo.

Al poco giramos a la derecha hasta alcanzar el Caminho do Río Pequeno continuamos por el asfalto y ya tenemos unas buenas vistas sobre las Islas Cíes a la entrada de la ría de Vigo. Una curva pronunciada a la izquierda y seguimos por el monte, hasta alcanzar un área recreativa donde realizamos una breve parada para disfrutar de las vistas y tomar algo de fruta. Cruzamos la AG-57 por un alto viaducto que nos conduce a un par de áreas de descanso y al barrio de Percibilleira, desde donde ya se divisan Baiona y su fortaleza. En el descenso de este segundo alto encontramos una bonita fuente “gótica” y un pozo muy bucólico. El resto del descenso lo hacemos ya por el casco urbano de Baiona. Pasamos al lado del campo de fútbol y del cementerio hasta llegar a una bonita plaza en la que están la iglesia de Santa Liberata y la ex colegiata de Santa María. Cerramos la ruta en este punto ya que nuestro alojamiento hoy está a unos cientos de metros.

Como hemos llegado pronto a Baiona, después de la comida hemos hecho una interesante visita turística. Nos hemos acercado al puerto, donde se encuentra una réplica de la carabela la Pinta, varios monumentos a la “arribada” de Martín A. Pinzón con la noticia del “descubrimiento” de América, algunos homenajes a los marineros de Baiona que estuvieron en la primera circunnavegación con Magallanes y Elcano, y un Paseo por el Monte Boi o Monterreal en el extremo sur de la ría de Baiona. Se trata de un recinto amurallado que actualmente acoge el Parador Nacional y que, en el pasado, protegió la Ría de Baiona de los ataques de ingleses y portugueses.

En resumen, ha sido un día bastante completo con una etapa sencilla y sin excesivas complicaciones completada con una visita turístico cultural de las que nos gustan a nosotros.

Toda la caminata de la mañana ha quedado recogido en este track.

Camino Portugués a Santiago por la costa. Etapa 7: A Pasaxe– Viladesuso

La inmensidad está en nosotros.

Bachelard, Gastón. La poética del espacio. 1981, pg 169

Retomamos el Camino Portugués a Santiago por la costa que dejamos en suspenso el 11 de noviembre de 2022 cuando llegamos a la localidad portuguesa de Caminha. Como recordaréis, lo dejamos mientras negociábamos con el barquero el cruce del Río Miño (en realidad, tampoco nos quedaban ya más días de vacaciones). En aquella ocasión no hicimos negocio porque en el balance de la negociación tuvo más peso la lubina que le esperaba al barquero en unos minutos.

Bien. Ahora retomamos aquel camino con tiempo suficiente y ánimo bien dispuesto. Ayer, viajamos hasta la localidad de A Guarda (Pontevedra) y hoy hemos comenzado la ruta en el lugar en el que nos hubiera dejado la barca aquel remoto día de noviembre, en el coqueto puerto de A Pasaxe en el Concello de Camposancos. Ha salido un día espléndido y, como ayer por la tarde hicimos una visita turística por el Monte de Santa Trega (Santa Tecla) con subida a las dos cimas que lo conforman, hemos optado por seguir un camino alternativo al camino “oficial” que va bordeando la desembocadura del Río Miño y la parte sudoccidental del citado monte. El camino discurre por una cuidada senda que bordea el “esteiro” de la desembocadura del Miño y en el que disfrutamos de este gran humedal con su gran variedad ornitológica y una vegetación exuberante. En ocasiones, el camino transita por una pasarela de madera desde la que avistamos el Fuerte da Insua, en medio del océano Atlántico. Situado en un islote rocoso, actualmente se encuentra en estado semi ruinoso.

Junto a la desembocadura del Miño, en un bosque de coníferas, el artista local Xosé Cavaleiro ha realizado una intervención en algunos árboles en los que ha recreado algunos de los petroglifos del Castro de Santa Trega en los que apreciamos laberintos, trisqueles, nudos de Salomón, disco solares etc.. Un poco más adelante observaremos las salinas rupestres, que se remontan a época romana y nos da idea de la importancia que en el Imperio Romano tenía este condimento. Un poco más adelante nos encontramos con el alegre colorido de las fachadas de los edificios de A Guarda. Nos encontramos con lo monumentos dedicados a los pescadores y a los marinos desaparecidos, muestra de la importancia de la mar en estos lugares. Hacemos una parada técnica para tomar un café y continuamos.

Lo hacemos por otra cuidada senda que nos lleva hasta el museo del Mar, localizado en una antigua fortaleza restaurada a finales del siglo XX. Continuamos por un camino pegado a la costa y ahora vamos encontrando los restos de algunas cetáreas que servían para mantener fresco el marisco hasta el momento de la venta. Destacar la Cetárea Redonda de tamaño y forma imponentes. Aquí encontramos a Eva y Elena, dos mujeres finlandesas con las que caminamos un trecho e intercambiamos información sobre el camino. Todo el recorrido está salpicado de Áreas Recreativas y de descanso con excelentes miradores sobre el océano que, incluso en un día tan bueno como el de hoy, se muestra impetuoso y brusco. El idílico paseo se termina cuando el camino nos deja en el arcén de la carretera PO-552 en un carril bici pintado de amarillo que nos separa levemente del tráfico rodado.Algunos tramos el camino nos separa de la carretera y nos transporta bajo ligeros y frescos bosquecillos a la siguiente confluencia con la carretera local.

Al poco vemos la Ermita de San Sebastián junto a un pétreo crucero en la que encontramos dos parejas de caminantes ingleses. Tras el intercambio de saludos de rigor, sellamos la credencial y continuamos nuestro camino ya en el Concello de Oia. En unos cientos de metros nos adentramos entre las casas de este municipio encontrando los restos de algún molino, vetustas escaleras y alguna que otra fuente. A la vista del fastuoso Monasterio de Santa María de Oia encontramos un local hostelero en el que paramos para otra parada técnica y la correspondiente reposición de fuerzas. En teoría, la etapa iba a acabar aquí, pero razones logísticas nos obligan a llegar hasta Viladesuso, por lo que a la hora de comer tenemos que comer.

Retomamos la caminata bajo la imponente fachada del Monasterio (en restauración, por lo que no podemos sino asomarnos ligeramente a la Iglesia, por un camino entre muros de piedra y prácticamente llano. La senda es fácil de caminar, incluso después de la comida, y prácticamente llana. Diversas fincas dedicadas a la ganadería bovina, bordean el camino mientras vamos viendo en lontananza las primeras edificaciones de Viladesuso. En unos tres kilómetros llegamos hasta Viladesuso, aún en el Concello de Oia y tomamos posesión de nuestro alojamiento.

Antes de recapitular la etapa de hoy, comentar que ayer por la tarde hicimos una interesantísima visita cultural por el Monte de Santa Trega. Además de subir las dos cimas que lo corona (del Facho (antorcha) y de San Francisco con vértice geodésico) visitamos De Castro de Santa Trega, el primer poblado castreño excavado en Galicia, con una gran extensión y dos barrios, el barrio Calvo y el barrio de Mergelina, el primero de ellos rodeado de una potente muralla el de mayores dimensiones de la provincia de Pontevedra y, posiblemente de Galicia. Junto a la cima de San Francisco, se encuentra el museo arqueológico de Santa Trega (MASAT) en el que está depositados muchos de los restos arqueológicos recuperados del Castro. Todo el monte tiene una red de senderos señalizados que nos llevan a lugares emblemáticos como la Pedra Furada, o a miradores sobre la desembocadura del Miño, Caminha, y las montañas de Portugal. Esta exhaustiva visita vespertina ha sido lo que nos ha llevado a hacer la ruta alternativa por toda la ribera del Miño y la costa Atlántica.

Al final, nos ha salido una etapa de 24,90 km, sin excesivas dificultades, prácticamente llana y con dos partes muy diferentes. Una primera muy agradable por todo el Concello de A Guarda y una segunda parte un poco más tediosa con esos kilómetros junto a una carretera local por asfalto que siempre cansan bastante. Con el avance hasta Viladesuso se nos ha quedado una etapa para mañana bastante más corta en la que esperamos seguir disfrutando de este camino por la costa.

Todo el caminar de hoy ha quedado registrado en este track.

Circular por Lentegí: Poza de las Ánimas, Puntal de Las Cebadillas Barrancones cabecera Río Lentegí

No dejamos de caminar porque envejecemos. Envejecemos porque dejamos de caminar.

Mitchell, Finis. Wind River Trails, University of Utah press, 1999

 En esta ocasión vamos a hacer una ruta en las inmediaciones de la localidad de Lentegí, situada en el Valle del Río Verde, dedicada principalmente al cultivo de frutas subtropicales, especialmente al níspero. En los últimos años se ha convertido en un destino turístico de aventura con la práctica del barranquismo, la escalada, el ciclismo de montaña o el parapente.

A unos 4 kilómetros del pueblo en el camino de la Cuesta de la Arroba, en el conocido como paraje de las Viñas, se encuentra el inicio del sendero PR -A 440 Jaloche-Cortijo de Lizardo, homologado en 2020 por la FAM que discurre por sendas, pistas y caminos rurales. El sendero PR-A 440 traza un recorrido circular en el que vamos a disfrutar de los mayores atractivos de la zona: un recorrido por el barranco del Río Lentegí en una zona de pozas muy bonitas, un paisaje agreste con una fuerte subida de cerca de 800 m de desnivel, vistas a Sierra Nevada, Valle del Río Verde, la Costa Tropical desde el puerto de Motril a Almuñécar alternando el paso por senderos tradicionales con pistas rurales y agrícolas. En el comienzo del sendero, junto al panel informativo se han habilitado dos zonas de aparcamiento con capacidad para tres o cuatro coches no muy grandes.

Dejamos el coche en esta zona y comenzamos a caminar descendiendo por un antiguo camino de herradura conocido como la Cuesta de la Olla, que serpentea por la ladera de la montaña hasta llegar al paraje de Los Barracones, punto de unión del Barranco de Guardajama con el Río Lentegí, donde encontraremos un área de descanso denominada Haza de Las Ánimas. En este punto hay un panel informativo y una bifurcación que nos lleva a la Poza de las Ánimas, unos cientos de metros más abajo en el curso del Río Lentegí. En esta zona se suele practicar el barranquismo y en ella nos encontramos con un grupo de jóvenes preparando esa actividad

Regresamos a la bifurcación y la senda continúa río arriba hasta llegar a la Fuente del Cascajal, donde se inicia la subida por una pronunciada pendiente de aproximadamente 2 km de longitud por las faldas del Cerro Jaloche, por el paraje de Las Cebadillas, hasta llegar a un carril de tierra situado a la altura del Tajo Melión , donde podemos ver los restos del Cortijo Lizardo. Continuamos nuestro recorrido siguiendo el cortafuegos hasta alcanzar, posteriormente, una senda que nos conduce hasta las faldas del Jaloche.   Comenzamos un tramo en el que disfrutaremos de espectaculares panorámicas. En el collado hay una bifurcación que nos dirige, opcionalmente, al Mirador de la Majada de los Lobos, o continuaremos el recorrido del PR siguiendo un carril por un bosque de grandes pinos de repoblación que nos lleva hasta la Caseta de los Cazadores

Desde la caseta una nueva senda nos lleva a las impresionantes vistas del Valle del Río Verde, que se pueden observar desde el Puntal de los Pollos. Desde este punto, ya en constante descenso, siguiendo dicha senda llegamos al dique de contención del Barranco de la Arroba donde bajaremos al cauce del barranco para llegar a la fuente del Barranco de la Arroba con un hilillo del agua.

Continuamos por la senda, en ligera subida hasta llegar al tranco Piedra Azul, donde recuperamos el carril que pasa por Aguas Blanquillas y nos conduce hasta los cortijos de Guardajamas, donde se hay un manantial que hace posible el cultivo de regadío en la Vega de Lentegí, dedicada , como decíamos al principio, al cultivo del níspero. El sendero se une en el carril al recorrido PR-A 407 Puerto Viejo, cerca del Barranco del Palmito, en la zona de Guardajamas, donde veremos una cueva impresionante al lado del camino. Aproximadamente a un kilómetro de la cueva está el aparcamiento en el que hemos dejado el coche y, siguiendo el carril, se llega a la zona del polideportivo de Lentegí.

Ha sido una mañana bastante intensa, en una ruta de dificultad media-alta por la distancia y el desnivel superado, el recorrido está bien señalizado con suficientes balizas y paneles informativos, espectacular en la variedad de paisajes con una naturaleza un poco salvaje. Aunque la ruta está bien señalizada, un track, como éste que dejo en wikiloc, da mucha confianza.