Caminar nos deja libres para pensar, sin perdernos del todo en nuestros pensamientos.
Rebecca Solnit. Wanderlust
Poco después de las ocho de la mañana dejamos la villa moscona rumbo a Salas con un pronóstico meteorológico muy favorable para la práctica del senderismo: nubes y claros con pocas probabilidades de lluvia.
Comenzamos con una fuerte subida hasta el Alto del Fresno. Allí, nos desviamos unos 500 metros para ver el Santuario de la Virgen del Fresno y una hermosa panorámica del camino recorrido hasta el momento.
Dejando Grado Unos perretes cariñosos se acercan a saludar Santuario del Fresno
Después un suave descenso nos llevará primero hasta el pueblecito de San Marcelo y después hasta el valle del Narcea donde está el Monasterio del Salvador. De la época de su fundación (s XI) sólo queda la puerta del becerro.
Piedra de afilar a pedal Un paisano y su perrete hacen un alto en la labor Puerta del becerro El río Narcea y sus salmones Ermita de San Marcelo
Dejamos el monasterio y el camino se empina para alcanzar Sobrerriba y pasar a la Vega del Villazón. Llaneamos un poco hasta alcanzar la Fuente Caliente y su peculiar banco metálico.
Fuente Caliente y banco metálico
Desde aquí hasta Salas recorremos el valle del río Nonaya pasando por Casazorrina y su pintoresco puente, el Palacio de la Devesa, Mallecín (Comienza a lloviznar) y alcanzamos Salas casi 7 horas después de dejar Grado.
Palacio de la Devesa
Sucumbimos a la tentación de unos carajitos del profesor, dulce típico de Salas.

Hoy nos conformamos con la «modesta» comida de nuestro hotel. Tranquilidad en un entorno palaciego.

En Salas está el Museo prerrománico de San Martín de Salas dedicado a lápidas epigráficas e instalado en Palacio Valdés Salas. Otra atracción local son los tejos milenarios.
Tejos milenarios Lápidas
Aquí está el enlace al track de la ruta.
Mejor…. imposible de contarlo.
Casi se vive
Enhorabuena.
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Gracias por pasarte por aquí. Se te echa de menos. Un abrazo
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