Se camina porque sí, por el placer de degustar el tiempo, de dar un rodeo existencial para reencontrarse mejor al final del camino, de descubrir lugares y rostros desconocidos, de extender corporalmente el conocimiento de un mundo inagotable de sentidos y sensorialidades, o simplemente porque el camino está allí.
David Le Breton, Elogio del caminar
Esta etapa completamente gallega nos lleva por pistas de tierra, siguiendo el eje de la carretera LU-530, con subidas y bajadas moderadas (con la excepción de la subida a A Lastra). Se pasa junto a las ruinas del Hospital de Montouto, fundado en el siglo XIV para dar cobijo y asistencia a los peregrinos. En general, una etapa bonita y sin complicaciones que nos deja en el Concello de Cádavo Baleira a la hora de comer.
Comenzamos la jornada junto a la fons sacrata (fuente sagrada) que da nombre a la localidad, junto a la Iglesia de Santa María, y de la que manó leche por intercesión del apóstol Santiago para que una viuda pudiera alimentar a su hijo.

Ahí mismo encontramos a un aguerrido ciclista con una avería importante en el cambio y que intentará llegar a Lugo a piñón fijo.
Salimos de A Fonsagrada con bastante niebla y frío pero la subida por la Rúa Maior nos pone a tono rápidamente.
Seguimos hacia la pequeña localidad de Padrón, cuya Iglesia de San Juan centra ese pequeño núcleo. Por caminos paralelos a la carretera a Lugo recorremos unos 3 km hasta llegar a la altura de un área de descanso momento en el que cruzamos la carretera y comenzamos un repecho que nos lleva a Montouto.
Padrón Área de descanso Comienza subida a Montouto Ciclista a piñón fijo
Pasado ese núcleo seguimos ascendiendo hasta el techo de la jornada y llegar a uno de los lugares más emblemáticos del camino primitivo en tierras gallegas: el Real hospital de Montouto y el dolmen de origen celta situado tras los restos del hospital.
Capilla de Santiago Patio interior hospital Dolmen celta sin túmulo Entrada hospital
Comenzamos un descenso de unos 5 km para llegar al núcleo de Paradavella y comienza a abrir el día.
A la salida de este pueblecito continuamos por el trazado «oficial» del camino hasta A calzada en una sucesión de subidas y bajadas ( la otra opción es continuar por el arcén de la carretera hasta este punto, con una subida más constante y suave)
A mitad de la subida dominamos a Daniel el ecuatoriano
Desde A Calzada parte un sendero que pasa por A Degolada y en constante sube y baja nos lleva a los duros repechos de la cuesta del sapo y cruzar la localidad de A Lastra.
Cruzamos A Lastra siguiendo la carretera y a la salida del pueblo volvemos a un sendero que cruza un bosque muy frondoso y tras una subida, algo menos pronunciada que la anterior, llegamos a Fontaneira. A la salida de este núcleo un señor llamado Rober ofrece a los caminantes algunos recuerdos del camino tallados en madera por la voluntad.
A la altura de la última casa hay un original hórreo con cubierta vegetal ya casi ruinoso.
Seguidamente se cruza nuevamente la carretera, cruzamos un bosque y llegamos al conocido como campo de la matanza, lugar en el que Alfonso II libró dura batalla con los musulmanes. Unos paneles informativos y un sendero de pequeño recorrido invitan a conocer mejor el suceso.
Desde este punto al final de la etapa restan dos km de pronunciado descenso.


Nuestros pies han dibujado Ésta línea sobre el mapa