A pie, con el corazón ligero, tomo el camino público.
Walt Whitman, Canto del camino público. En Obras escogidas, Penguin Random House pg 161
Guillena es un municipio sevillano que se encuentra a unos 20 km de la capital y cuyo ayuntamiento lleva años promoviendo actividades senderistas con muy diversos resultados. Esta «Ruta del Agua» es, precisamente, una de esa actuaciones. El recorrido total de 68 km tiene un «tramo restringido» de unos 14 km, homologado por la FAM (Federación Andaluza de montañismo con la identificación PR-A 218 con varias zonas de alto interés ecológico.
Para nuestra ruta circular vamos a aprovechar parte de ese «Tramo restringido», en concreto el comprendido entre La Cantina y el Mirador de la Estación de la Gergal (unos 7 km) y el regreso lo vamos a hacer por un ramal junto a la lámina de agua del embalse del Gergal y el Contraembalse de Guillena sobre la ribera del Huelva.
Para llegar al nuestro punto de inicio tomaremos desde Guillena el Cordel de la Cruz de la Mujer hasta la Cantina. Es un carril de unos 13 km transitable en coche pero con tramos en bastante mal estado.
Desde el aparcamiento se accede al «Tramo restringido» por una monumental puerta de madera junto a la que hay algunos bancos, mesas y merenderos que podremos utilizar a la vuelta para hacer un almuerzo campestre. Son los restos de un antiguo trazado ferroviario y ampliamente reivindicado como Vía Verde, por lo que se trata de un tramo con poco desnivel y que ofrece una magníficas vistas sobre el complejo acuático. Pasaremos por el mirador de la confluencia del Huelva con el Cala, por el mirador de la Picota y llegaremos hasta el Mirador de la Estación de la Gergal, lugar en el que se encontraba un antiguo apeadero del tren minero y desde el que tenemos una espléndida vista sobre el Embalse del Gergal.












Retornamos por esta pista unos 800 m hasta encontrar un antiguo cortafuegos (hoy camino) a la derecha por el que bajaremos hasta la lámina de agua junto a un depósito que formaba parte de otra infraestructura ferroviaria que unía San Juan con la Mina de Cala. Esta segunda parte del recorrido es mucho más vistosa y agradable que la primera y, si caminamos en relativo silencio, podremos disfrutar de los cantos de ruiseñores, jilgueros, mirlos y zorzales. En cuanto a los anfibios podremos ver algunas tortugas, salamandras y tritones. La vegetación, que poco a poco se va apoderando del camino es la típica del sotobosque mediterráneo con jaras, palmitos, salvia, cantueso, cardos, acebuches, algarrobos, alguna encina, quejigos y los omnipresentes pinos de repoblación.





En esta parte del recorrido circularemos por un caminito holgado en ocasiones, una verda amplia en otras, por algunas trincheras con algunos desprendimientos, un túnel con algún desprendimiento en la entrada a la salida del cual ya habremos pasado la confluencia de los rios y estaremos en la ribera del Huelva. Remontando el cauce el camino se estrecha aún más hasta llegar a un promontorio sobre los restos de una edificación que hacen las vedes de mirador. Si continuamos por el carril que encontramos a la derecha se llega a la presa, y si lo tomamos hacia la izquierda llegaremos, tras unos 800 m de recorrido hasta la Cantina, completando nuestra ruta de hoy.





En resumen, ha sido una ruta sencilla, muy agradable en este tiempo, de media jornada que se puede completar bien con un almuerzo campestre en cualquiera de los espacios habilitados para ello, o bien en La Cantina (recomendable reservar previamente)

Todo el recorrido está recogido en este track.