…en una cultura orientada a la producción se cree que pensar es no hacer nada y no es fácil no hacer nada. Se puede lograr disfrazándolo como hacer algo y ese algo más parecido a no hacer nada es caminar. […]Caminar supone un sutil equilibrio entre trabajo y ocio, entre ser y hacer. Se trata de una actividad corporal que no produce nada más que pensamientos y experiencias.
Solnit, Rebecca. Wanderlust, Capitán Swing, 2015 pg 22.
Para hacer esta ruta es necesario obtener una autorización administrativa que se puede conseguir on line (si se dispone de certificado digital de la FNMT clicando en este enlace, presencialmente en el Centro de Visitantes de El Bosque, a través del número de teléfono 956709733 o por correo electrónico: cvelbosque.amaya@juntadeandalucia.es.
El recorrido que describimos es la unión de dos senderos: el sendero hasta los llanos del Rabel (o del Revés) por una pista en muy buen estado rodeados de encinas centenarias, alcornoques, algarrobos, madroños, etc. hasta cruzar el Arroyo del Pinar por un puente de madera y alcanzar los LLanos de Rabel en donde encontraremos la Fuente de Frias, un espacio porticado con dos bancos y un llano en el que descansar y relajarse. Desde este llano se accede al sendero Camino de los Pinsapos en el que a atravesamos el bosque mágico, de gran frondosidad y belleza. Es un sendero de cierta dificultad, especialmente si llueve o ha llovido, porque se salvan 150 m de subida en apenas 1 km.
Dejamos el coche en un pequeño parking cerca del Puerto de los Acebuches en la Carretera que une Zahara con Grazalema. Desde el aparcamiento tenemos unas bonitas vistas sobre el Pantano de Zahara (o del Gastor) y sobre la falla de la Garganta Verde. Tras atravesar una pequeña cancela junto a la gran valla que cierra la pista forestal, entraremos en un camino en ligero descenso con el valle del Río Bocaleones (afluente del Guadalete) a nuestra derecha. La pista forestal, en suave descenso, nos sumerge progresivamente en los hitos de este paisaje serrano. Así podemos ver a nuestra izquierda cómo el Bocaleones se adentra en la Garganta Verde (ésa es otra ruta) y un poco más adelante nos encontramos con una Calera restaurada que nos habla de la producción de cal y sus usos. Poco a poco llegamos a un puente que atraviesa el lecho del Bocaleones.






En este punto llegamos a la base del Cerro de los Ballesteros, cuya forma piramidal destaca desde el inicio de la ruta. Aquí se inicia un leve ascenso mediante el cual rodearemos el cerro y, finalizada su circunvalación atravesamos nuevamente el Arroyo por un puente de madera para entrar en los Llanos del Rabel. En este lugar tenemos una buena vista de las sierras que lo rodean, a nuestra derecha las Sierras del Hinojal y de Zafalgar y frente a nosotros los picos que forman la Sierra del Pinar, entre los que destacan La Torre y el Torreón, y el pinsapar que crece en sus laderas.



Nada más entrar en los llanos, un panel informativo nos cuenta que a este llano venían a por agua los habitantes de los asentamientos cercanos; espacio que se convertía en lugar de reunión para pasar las veladas, que en muchas ocasiones se veían amenizadas con la música del Rabel, una especie de laúd de sonido muy agudo. Un poco más adelante veremos la hermosa Fuente de Frías en un lugar dotado con una marquesina con un par de bancos muy aptos para tomar una fruta antes de comenzar la segunda parte del sendero.





Aquí comenzamos una pequeña ruta circular que han denominado «Camino de los Pinsapos», que discurre por la parte baja de la falda de la Sierra del Pinar, justo en el lugar donde comienzan a crecer los pinsapos y se mezclan con un tupido bosque de encinas y quejigos, alguno de los cuales adoptan formas tortuosas y alcanzan tamaños muy considerables. Para llegar al comienzo del Camino de los Pinsapos hemos de cruzar el Arroyo del Pinar por una pasarela de grandes piedras estratégicamente colocadas. Así llegamos a un llano (podríamos llamarlo el llano del Bosque mágico) con las ruinas de un gran cortijo colonizado, en parte por los pinsapos.







Accedemos al camino junto a un panel informativo que nos cuenta la fauna y flora de este «Bosque Mágico» un precioso sendero circular corto y cómodo para senderistas con una mínima experiencia que es, sin duda, el plato fuerte de la jornada. Este camino, bien balizado y reforzado con troncos atravesados a modo de escalones para evitar desprendimientos. Conviene ir sin prisas y disfrutando del entorno. La noche anterior había llovido y los olores y sensaciones del paseo fueron excepcionales.








Finalizado el recorrido circular sólo nos queda desandar el camino, por la pista forestal para regresar al aparcamiento.




Todo este recorrido ha quedado registrado en este track. (Aunque el trayecto está diseñado para no necesitarlo)
Gracias
Me gustaMe gusta
Gracias a ti por pasarte por aquí. Un abrazo
Me gustaMe gusta