Siempre pensaba mejor cuando estaba en movimiento, o al menos, eso le parecía.
Barceló, Elia. Muerte en Santa Rita. Ed Roca, 2022
Un año más subimos a ver el espectáculo del deshielo en Sierra Nevada. Ya describimos esta ruta el año pasado y la entrada correspondiente se puede ver AQUÍ.
Al hacer esta ruta a finales de primavera podemos disfrutar de cascadas, chorreras, túneles de hielo, prados, borreguiles y una explosión de flora endémica. Por estos motivos es una ruta de singular belleza, que se puede disfrutar sólo algunos días del año, aunque en cualquier otra época (salvo en invierno) también es impresionante. Aunque este año hemos adelantado la ruta más de 15 días, el panorama era un poco desolador. La falta de precipitaciones nivales y el excesivo calor de estos días han adelantado el deshielo y el aspecto de toda la sierra es bastante preocupante.
A las 9:30 de la mañana ya estábamos en el aparcamiento desde donde pudimos admirar «de cerca» los colosos de Sierra Nevada. Comenzando por la derecha, el Veleta, Cerro de los Machos, Mulhacén, Alcazaba, Puntal de Vacares y Pico del Cuervo. Entre los picos, los Valles Glaciares del Guarnón, Valdeinfierno, Valdecasillas y Vacares. Tras cruzar la cadena que corta el paso a los coches veremos a la izquierda un registro de la Acequia Papeles que será nuestra referencia para el camino de vuelta. Dejamos el carril de la vuelta a nuestra izquierda y comenzamos la subida por la Loma Papeles en dirección a la Loma de las Cunas de los Cuartos. En este contexto el término «Cunas» hace referencia a unas anchas y suaves planicies alomadas por las que iremos transitando en esta primera parte de la ruta.







La subida de la Loma de las Cunas de los Cuartos nos deja en la cota de los 2.282 m en un falso llano conocido con Llano de Rompebarrigas. Seguimos transitando por él en suave subida hasta el vértice geodésico de Pico Papeles (2.424 m). En este punto el camino que seguimos se une a una pista de servicio al refugio de Peña Partida. Continuamos por la Loma de Maitena hasta el refugio. Aquí tenemos unas buenas vistas del Barranco de San Juan, la parte final de la Vereda del mismo nombre y a los Tajos de Peña Partida. Por detrás del refugio, una vereda continúa por la Loma de Maitena en suave ascenso en dirección al Cerrillo del Trigo (2.678 m) y al borde del Circo Glacial. Hacia el km 8 de nuestro recorrido nos acercamos a la Laguna de los Lavaderos de la Reina con muy poca agua. La zona está repleta de verdes borreguiles, arroyos de deshielo que se cruzan y se van uniendo entre ellos. Al fondo ya se puede ver la Cascada de los Lavaderos de la Reina que desciende de Chorreras Negras junto al único nevero que veremos de cerca a lo largo de la jornada.














Comenzamos el descenso por la margen izquierda del Río Maitena en un trazado que requiere cierta técnica, mucha paciencia y toda la concentración puesta en cada paso que se da. Es inevitable ir volviendo la cabeza para admirar la belleza del agua cayendo en bonitas chorreras y cascadas en las que tendremos vistas únicas y parajes que transmiten paz y belleza. La fluidez del agua montaña abajo es algo casi hipnótico. Finalmente desembocamos en un prado, la Hoya de la Alberca, desde donde podremos admirar con detenimiento las chorreras y varios arroyos que bajan por las laderas cuyas aguas se remansan en este lugar. La vereda, paralela al curso de agua, nos lleva hasta la Charca de Covatillas, lugar en el que en el que pastan algunas vacas y podemos contemplar algunos ejemplares de estrella de las nieves, ranillos de las nieves o gentiana verna. Nosotros también haremos una parada para disfrutar de nuestro almuerzo.







Tras la comida, iniciamos la marcha junto a la acequia Papeles en el tramo descubierto y alcanzamos el tramo encauzado de la acequia recorriendo la Loma de los Cuartos a media altura y en dirección O. A nuestra derecha podemos ve la impresionante Loma del Alguacil y debajo el barranco del río Maitena. Siguiendo el curso de la acequia la vereda se incorpora a un carril que nos sale a nuestra izquierda por el que alcanzaremos el punto de inicio de la ruta. Esta parte del camino resulta menos vistosa que la de la mañana al perder de vista los colosos de Sierra Nevada pero a cambio el recorrido es más suave y plácido.









Todo el recorrido de la jornada ha quedado registrado en este track, aunque en este caso y más que nunca es meramente orientativo ya que las condiciones climáticas y estado de la nieve pueden hacer que los lugares por los que hemos pasado sean en otro momento inaccesibles.
En resumen, es una bellísima ruta de media-alta montaña en la que el track de wikiloc puede ser una mera orientación ya que las condiciones del terreno pueden cambiar en función de la climatología. Aunque el camino está bastante marcado hay zonas en las que habrá que ir campo a través y buscando las mejores alternativas para progresar. Cualquier persona habituada a caminar por la montaña puede hacerla adoptando las debidas precauciones.




Una última observación. La pista que lleva desde Güéjar Sierra hasta el inicio de la ruta es un carril de unos 13 km asfaltado en los cuatro primeros km y bastante bacheado entre los siguientes 9 que puede poner a prueba la suspensión de algunos vehículos. Los últimos 4 km son los más complicados por la cantidad de baches y piedra suelta. Aunque con paciencia y maña se puede hacer con un turismo no excesivamente bajo.
