Quéntar, fortificaciones de la Guerra Civil, Beas de Granada, fraile de Beas

Tengo miedo del día en que ya no pueda caminar. Porque caminar resuelve muchos asuntos.

Juan José Millás

El día amanece bastante lluvioso, por lo que decido hacer este paseo por la pista asfaltada que une Quéntar con Beas de Granada y el camino de terrrizo de la ruta Alfanevada que comienza en el camino del Barranco de Fiñana. Pretendo visitar los restos de dos nidos de ametralladoras de la línea de fortificaciones de la Guerra civil, vestigios de historia reciente y unirlos a un paseo geológico por los alrededores del conocido como fraile de Beas, curiosa formación rocosa que se ha convertido en el emblema del municipio de Beas de Granada pero que, curiosamente, se encuentra en el término municipal de Quéntar. Un paseo de poco más de 8 km para rebajar la presión de los agasajos de estas fechas.

Comienza el recorrido en el cruce de la carretera del pantano de qúentar con la pista asfaltada que une Quéntar con Beas. El camino comienza con una suave pendiente que poco más adelante se endurece. Tras recorrer poco más de 1 km llegamos al cruce con la pista terriza de Alfanevada. De momento, continuamos por la carretera unos 500 m más y a nuestra derecha veremos los restos del primer nido de ametralladoras que se encuentra dentro de una finca agrícola accesible. Se encuentra en buen estado de conservación. Probablemente fue construido por los sublevados franquistas para oponer a los defensores de la república que se encontraban atrincherados en Beas.

Regresamos por la carretera hasta el cruce con la ruta señalizada de Alfanevada que se encuentra ahora, a nuestra derecha. Nada más entrar en el carril encontraremos un ramal que sale a la derecha en suave descenso. Seguimos por este camino de tierra compactada sin dejarlo en ningún momento. Hacia el km 3,600 del recorrido encontramos otros restos de trincheras y un nido de ametralladoras correspondiente a los defensores de la legalidad replublicana. Desde este punto hay una espectacular vista de Sierra Nevada. El camino continua hasta enlazar con la pista asfaltada que llega hasta Beas de Granada. En la intersección giramos a la derecha y caminamos por la pista otros 500 m.

Llegamos a la formación rocosa del Fraile de Beas. Hay una leyenda sobre esta formación rocosa que afirma que en tiempos de los Reyes Católicos un rico comerciante construyó una estatua para esconder su fortuna, antes de partir a la lucha. Para despistar a los ladrones construyó otra igual enfrente de la primera. Ambas se conocieron como “El Fraile” y “La Fraila”. Esta segunda formación debió de estar situada relativamente cerca de las fortificaciones que hemos visto antes. Entre la búsqueda del supuesto «tesoro» y el fuego de artillería cruzado durante la Guerra Civil se provocó el derrumbe de “La Fraila”. En la actualidad sólo queda el fraile y la gran fortuna aún no ha sido descubierta.

Continuamos nuestro camino por la carretera hasta encontrar la señalización del sendero de Quéntar marcado como B5 en que dejamos la pista asfaltada y volvemos a un camino rural entre olivares. Todo el trayecto tenemos preciosas vistas del Veleta y Mulhacén. Por este camino rural desembocamos en la pista del principio y tras unos 500 m más llegamos a la confluencia con la carretera del Pantano de quéntar.

El gpsvolvió a hacer de las suyas y el track de Wikiloc quedó un poco churretoso, pero el camino no tiene pérdida.

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